Existen numerosos tipos de implantes energéticos, también conocidos como bloqueadores espirituales. Estas energías negativas actúan como interferencias que influyen en la vida de una persona sin que ésta tenga control consciente sobre ellas.
Los implantes pueden recibirse de distintas formas, en diversos momentos de la vida, lugares y circunstancias.
Aunque estos seres provienen originalmente de la Fuente —es decir, fueron creados por Dios—, a través de su libre albedrío han participado en la ilusión de la separación, oponiéndose a la creación divina dentro del plano de la dualidad.
Cuando una persona se encuentra en desarmonía, desconectada de su poder interior y de la realidad espiritual, su campo energético se debilita. En ese estado de baja frecuencia, estas entidades aprovechan para implantar bloqueos. Algunos de ellos incluso provienen de vidas pasadas, como parte del karma del alma.
Estos residuos, que pueden entenderse como emociones no equilibradas, se transforman en alimento energético para los seres oscuros. Son las causas de la pérdida de bienestar físico, mental y emocional que muchos experimentan en la vida cotidiana.
Los implantes pueden alterar comportamientos, bloquear programas internos, generar falsas realidades o provocar patrones de dolor, trauma y emociones negativas.
En mayor o menor medida, toda persona vive bajo la influencia de algún tipo de implante o dispositivo de limitación espiritual.
Podemos mencionar entre ellos: larvas energéticas, parásitos, implantes de control, de monitoreo, rastreadores, bloqueadores espirituales, absorbentes de energía, distorsionadores de la realidad, incubadoras y sellos energéticos.
Tipos de Implantes
Estas interferencias son energías ajenas a ti, de las cuales no tienes control y que influyen directamente en tu campo energético.
Se perciben como dispositivos o estructuras que pueden adoptar formas de cascos, armaduras, esferas, tubos, conectores o manchas energéticas.
A continuación se describen los principales tipos de implantes energéticos y sus funciones:
Implantes Rastreadores
Su única función es marcar a la persona. De este modo, cada raza de seres oscuros puede reconocer a quién pertenece esa energía y drenarla cuando lo desee.
A menudo se colocan durante la infancia, incluso en los primeros años de vida, cuando el campo áurico del niño es más vulnerable.
Las emociones de la madre —miedo, tristeza, sensación de abandono— pueden afectar el campo energético del niño, generando fisuras por donde estos implantes se instalan.
Los estudios realizados con el Método D.E.I. muestran que muchas personas con infancias difíciles o entornos tóxicos presentan rastros de estos implantes.
En el cuerpo físico suelen manifestarse como baja autoestima, dolores físicos o bloqueos emocionales.
Comúnmente se localizan en la cabeza, el chakra corazón (Anahata) y el chakra garganta (Vishuddha).
Implantes de Monitoreo
Estos implantes tienen la función de vigilar y registrar pensamientos, emociones y acciones.
A partir de esa información, las entidades oscuras elaboran estrategias para interferir en la energía del individuo, detectando sus debilidades y momentos de vulnerabilidad.
Durante estados de miedo, tristeza o rabia, la persona abre fugas energéticas que facilitan su acción.
Gio Hernández relata en su libro un caso de magia oscura en el que una mujer, movida por la envidia, colocó un implante energético en otra persona a través de un contacto físico, tras recibir una “agua preparada” por alguien con pactos oscuros.
Estos implantes suelen ubicarse en piernas, brazos, estómago o zona cervical, aunque pueden aparecer en otras partes del cuerpo según el caso.
Implantes de Control
Son los más potentes en términos de interferencia mental.
Su función principal es mantener a la persona en baja vibración, alterando pensamientos, hábitos y decisiones.
Estos implantes distorsionan la percepción de la realidad y fomentan falsas creencias que bloquean el propósito de vida.
Afectan especialmente a personas con gran capacidad espiritual —médiums, clarividentes o intuitivos—, provocándoles sufrimiento o desequilibrio energético.
Esa impotencia genera fugas energéticas que alimentan a las entidades oscuras.
Estos implantes pueden inducir vicios, adicciones o conductas autodestructivas.
Suelen colocarse cuando la persona experimenta bloqueo emocional o desconexión espiritual.
En muchos casos, los estudios del Método D.E.I. los han detectado en el sexto chakra (Ajna), centro de la percepción multidimensional.
Implantes Bloqueadores
Son los más comunes y se manifiestan como obstáculos en áreas clave de la vida: salud, amor, dinero, relaciones o crecimiento personal.
Cada órgano del cuerpo tiene un sentido biológico, y los bloqueos energéticos suelen correlacionarse con bloqueos en experiencias vitales específicas.
Estos implantes pueden limitar la expresión, la creatividad o la capacidad de avanzar.
Por ejemplo, muchas personas con dones terapéuticos se sienten bloqueadas para ejercerlos, creyendo que aún no están preparadas, cuando en realidad están bajo influencia de estos implantes.
Frecuentemente se detectan en la cabeza, espalda, corazón, rodillas, órganos sexuales, pies, tobillos, ojos, garganta, manos y brazos.
Implantes de Absorción Energética
En este caso, la energía vital de la persona es absorbida por entidades oscuras y almacenada para ser utilizada más tarde.
Estos implantes pueden activarse en momentos de estrés, preocupación o agotamiento emocional, incluso en personas con estilos de vida saludables.
Sucede cuando la atención y energía se desvían hacia problemas ajenos, creando desequilibrio vibracional.
Se localizan con frecuencia en la coronilla (chakra Sahasrara), la espalda, el pecho (chakra Anahata) y el segundo chakra (Svadhisthana), que rige la sexualidad y la creatividad.
También pueden encontrarse en los Tantiens, centros energéticos del flujo vital (Qi, Chi o Ki) situados en el canal central:
Tantiens inferior: detrás del ombligo.
Tantiens medio: plexo solar.
Tantiens superior: centro de la cabeza.
Convertidores de Energía
Estos implantes transforman la energía humana en energía potenciadora para ciertas razas oscuras.
Se alimentan de las sensaciones humanas —placer, dolor o deseo— mediante la conversión directa de energía.
Algunos profesionales hablan que algunos seres pueden experimentar la energía sexual humana a través de estos implantes.
Por ejemplo, cuando una persona tiene relaciones sexuales, el ser oscuro, conectado al implante en los órganos sexuales, experimenta simultáneamente el acto y se nutre de la energía generada por ambas personas.
Implantes Distorsionadores de la Realidad
Estos implantes actúan principalmente durante el sueño, adoptando formas de larvas o parásitos energéticos.
Pueden generar sueños perturbadores en los que la persona ve seres queridos dañándola o situaciones irreales que drenan su energía.
Al despertar, la sensación de agotamiento es una señal de que se ha producido una fuga energética.
Estos implantes también pueden activarse durante la vigilia, distorsionando la percepción de los hechos cotidianos y fomentando pensamientos de incapacidad, duda o desesperanza.
Algunos testimonios en experiencias de viajes astrales o abducciones describen cómo ciertas razas, como los llamados Grises, pueden crear escenarios holográficos que confunden a la persona, haciéndole creer que aún está en su entorno habitual.
Suelen localizarse en el cerebro y los órganos de la vista, interfiriendo tanto la percepción física como espiritual.
